El defensa de Sporting Cristal, amigo entrañable del futbolista que falleció en Tumbes, habla del dolor luego de la tragedia.
Por: Marco Escudero
¿Qué recuerdos de Gianfranco cuando eran pequeños en Sporting Cristal?
Los mejores recuerdos. Nos hicimos buenos amigos, pero en el fútbol uno se separa para irnos a crecer en otros equipos que es parte de nuestra profesión. Este año nos volvimos a juntar después cuatro o cinco años de distancia.
Ustedes compartían cuarto de concentración…
Claro. Acá en La Florida, en provincias. Hablábamos de nuestras inquietudes, de nuestras cosas. Era una gran persona. Se dedicaba a sus estudios. Una persona muy enamorada. La gente que lo conoce y que no la conoce siempre va a hablar bien de Gianfranco porque era una maravilla de persona. Tenía planificado casarse, tener sus cosas, su casa. Justo días antes me hablaba cómo me parecía Mancora, porque yo estaba en Sullana (Alianza Atlético). Nunca fui al lugar, pero le di buenas referencias. Le presté mi lap top para que vea varios sitios donde ir. Hasta ahorita no puedo creer lo que le pasó. Ayer justo fui a su nicho a verlo y ponerle un ramito de flores porque fueron uno de mis mejores amigos que me dejó el fútbol.
Habías conocido a su padre desde muy pequeño…
Si. Desde los once o doce años que vine. Es una gran persona. Siempre lo venía a dejar y a recoger a Gianfranco. Ahora está muy dolido. Perder a un hijo es lo peor en esta vida.
¿Qué sentiste en ese momento que pasó la tragedia?
Me llamaron. Yo estaba de vacaciones. Ese día salí con mi familia. De repente recibí una llamada de Max (jefe de equipo de Sporting Cristal) y me dice que ha muerto Gianfranco, y le dije: “¡¿Qué Gianfranco?!” me dice: “Tu hermano Gianfranco ha muerto” y justo me iba a subir a los carros chocones y me bajé del carro y me puse mal. No quería saber nada. No podía ni dormir. Llamé a su Nextel, salió alerta exitosa, pero nadie me contestó. Cuando fui a su casa al velorio y lo vi, me destrozó el alma verlo así. Justo cuando fuimos a Tacna me contaba que iba a ir de viaje y jamás pensé que iba a acabar mal. Hasta ahorita no asimilo lo que le pasó. Pasarán los días y jamás pasará por mi mente que Gianfranco ha fallecido.
Gianfranco era el típico jugador hincha que desde muy pequeño iba a los estadios a alentar al equipo de sus amores…
Era muy hincha, por eso vino de (Juan) Aurich para acá (Sporting Cristal). Uno siempre se identifica con un club y no importa el dinero. Si Gianfranco vino acá, fue por hincha, por sentimiento.
Pero cómo es el destino, falleció jugando en el club de sus amores…
Acabó donde comenzó. Tenía un futuro muy largo. 23 años. Se entregaba al 100%. Siempre lo seguía a él porque era una persona que trabajaba muy bien.
¿Cuál es el objetivo que tiene el grupo este año con Gianfranco?
Primero agradecerle por lo gratos momentos que nos dejó acá. El camerino no es lo mismo sin él. Lo primero que tenemos que hacer es campeonar. Entregarnos al máximo. Cada triunfo se va a dedicar a él por darse integro al equipo de sus amores.
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