El niño feliz
Por: Gonzalo Dulanto Gottschalk
Como todo un niño feliz, muestro
mi sonrisa de oreja a oreja y levanto la mano en son de algo. Un mandil azul y
un pato amarillo en la parte superior de la túnica muestran que estaba en el
nido.
Tenía apenas cinco años y muchos sueños que cumplir. En esa etapa todo era
felicidad y uno no conoce el mal ni cosas negativas. Todo lo ve color de rosa y
como el típico cuento que te narran haciéndote creer que todo es bueno.
Yo no era la excepción. Y también creía lo mismo. No tenía preocupaciones,
tan solo jugar, divertirme y mostrar siempre mi sonrisa en alguna foto que
tomaban. Tenía muchos sueños. Como todo niño. Que en todo el mundo exista paz,
y tal vez ser algún superhéroe de algún comic que veía.
Quería volar, jugar y reír. Y vaya que hice todo. Bueno casi todo, volar me
fue inútil y nunca aprendí. Lo que si aprendí en el nido es a cosechar
amistades que perduran hasta la actualidad. En ese entonces mis mejores amigos
eran Mauricio y Jorge. Actualmente también. A veces suena a cliché a que los
mejores amigos son los del nido, pero más bien yo creo que es cierto.
Me acuerdo también mi clásico peinado de hongo que me hacia mi adorada
madre. Un poco de laca y estaba listo para ir al nido. Santa María de la
Gracia, se llamaba en ese entonces. Ahora es una casa enorme donde sabe Dios
quien viva ahí.
Tal vez lo que más recuerde era mi apelativo en el nido. Las profesoras y
ayudantas me llamaban : “El niño feliz”. Miren ahí está, decían. Yo no podía hacerme
el incomprendido con tal apodo, asi que simplemente sonreía y creo que algunas
les alegraban el día. Mi madre orgullosa me recogía todos los días y siempre
quería sacarme una foto.
Aquí una muestra de ello. Y de lo
feliz que era, porque cuando uno es pequeño no aparenta, todo lo que hace es
por naturaleza. Todo es divertido y cuanto daría por volver a esa etapa. Ahora
tengo veinte años y todas las cosas que no sabían que existían sobresalen más
que una tierna y conmovedora sonrisa de un niño. Simplemente al menos yo, no lo
veo.
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