Por: Pedro Pablo Loguercio
El entrenamiento de Javier McFarlane es fuerte
como la de cualquier deportista que
aspira a lograr objetivos importantes y eso requiere de mucha concentración y disciplina
para lograr triunfos y la satisfacción personal.
Cada día de la semana McFarlane entrena 6
horas diarias y solamente descansa los domingos, su único día libre para
descansar de los fuertes entrenamientos que el mismo organiza. El tema de los
entrenamientos y/o rutinas va de la mano con su agenda de competición.
Javier se encuentra trabajando en la semicarga
y significa que es como una mini pretemporada en donde tiene que darle
oxigenación a su cuerpo. Por ejemplo: correr, gimnasio, salto con vallas, estas
pruebas son diferentes y van de acuerdo a los días que él decida.
Es muy riguroso a la hora de entrenar y se
fastidia cuando lo interrumpen, de carácter fuerte y muy responsable para
cumplir con las horas de entrenamiento. Entrena como si estuviera compitiendo y
pocas veces se relaja, solo lo hace para hidratarse y en un caso único para
que lo entreviste.
¨La alimentación es básica, tengo que comer
sano siempre pero de vez en cuando me como una bembos porque también un poco de
grasa me ayuda para los primeros metros de carrera¨. Así define Javier su
rutina de alimentación. Horas antes de la competición procura comer fideos ya
que si cambia la rutina su estomago le puede jugar una mala pasada.
Se siente orgulloso cuando muestra sus
medallas, recuerda momentos felices que logró y le cambia la cara al momento de
hablar de ellas.
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