(Fuente: Isil.pe)
ALONSO ALMONTE TORREBLANCA @alonsoalmonte
LOS PRIMEROS PASOS
¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?
Me inicie en la academia deportiva Cantolao, cuando tenía 7 años. Luego tuve un paso por Venezuela, en un equipo que se llamaba Mineros, donde jugué hasta los 12 años. Cuando regrese a Perú jugué dos meses por Cantolao y luego pasé a Alianza, donde estuve hasta los 16 años, donde debuté como profesional y después vino la sub 17.
¿Por qué decidiste jugar por Perú y no por Venezuela?
Yo tengo doble nacionalidad. Por un tema de trabajo mi padre tuvo que viajar a Venezuela, fue por esto que yo nací en allá, pero me crie en Perú. Cuando regrese a Venezuela de visita, a los 14 años, se estaba jugando el campeonato sub 15 en Bolivia, fue por esto que jugué el torneo por la selección venezolana. Pero cuando ya regrese a Perú, llegue a Alianza donde me subieron al primer equipo y es ahí donde me convocan a la selección peruana y también a la venezolana. La decisión no fue muy difícil. Yo me crie aquí, toda mi familia es peruana y solo sentí un poco de tristeza por los amigos que dejé en Venezuela, pero siempre quise jugar por el Perú
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¿Cómo fue tu niñez?
Como todo niño humilde que se inicia en menores, fue muy difícil. Al comienzo no tenía muchas oportunidades de mostrarme, pero poco a poco acogiendo la atención de los preparadores. Primero estuve en Cantolao B, luego Cantolao A, Venezuela, ya en Alianza el tema fue mucho más competitivo, porque cuando llegue a Cantolao cuando apenas tenía 7 años todavía no sabía que quería ser futbolista.
¿Cómo es que llegas a la selección sub 17?
Estaba jugando con la categoría 87 de Alianza en un torneo nacional, y es ahí donde el profesor Pizerni me vio y me llamó para la primera convocatoria.
SUDAMERICANO SUB 17
¿En algún momento pasó por tu cabeza que esa selección llegaría tan lejos?
Sinceramente no. Nosotros teníamos la idea de mostrarnos, de hacer un buen torneo y poder emigrar. Llegar al mundial no estaba en nuestras mentes cuando partimos de acá. Recién cuando pasamos la primera fase es que comenzamos a creer que la clasificación si se podía conseguir.
¿Qué es lo que más recuerdas de ese sudamericano realizado en Ecuador?
El primer partido y el penúltimo partido. En primer lugar porque nuestro primer rival fue Brasil, al que nunca habíamos podido ganar y es mas siempre nos pasaba por encima, además de siempre quedar campeón en esa categoría. Fue un tema complicado, pues ellos nos subestimaron mucho. El punto de quiebre estuvo en que nosotros llegamos con 20 días de anticipación para aclimatarnos y ellos dos días antes. Nos creímos esa ventaja que tuvimos por aclimatarnos mejor y eso nos sirvió para poder ganarle a Brasil.
¿Qué crees que fue el punto fuerte de esa selección?
Creo que fue la amistad que pudimos tener en ese momento. Convivimos mucho tiempo entrenando en la Videna, mañana, tarde y noche, y creo que eso fue los que nos unió. Además del dialogo fuerte que había entre nosotros. En ese momento, ya había jugadores que a su corta edad ya estaban en planteles profesionales. Futbolísticamente éramos muy maduros.
¿Qué sentiste cuando saliste el mejor jugador del campeonato?
No lo podía creer, porque estaba compitiendo con: un brasilero, un argentino y un colombiano. Era un poco complicado. A mí me llegó la noticia en la cena del día que clasificamos al mundial, a través de la prensa peruana. Fue una alegría enorme, de todo Sudamérica ser el mejor jugador, es quizá el mayor logro que he obtenido en mi corta carrera de fútbol.
¿Cómo influyó en ti ser nombrado el mejor jugador de un sudamericano?
Al principio uno se sorprende y no se da cuenta de lo importante que es ese logro. Lo malo está cuando uno se la cree, se comienza a ganar un poco más de dinero, se empieza a ten r cosas que antes no se tenían, y se termina por equivocar. Aunque paso a paso se piensa que lo que se está haciendo es correcto, muchas veces a la gente que se te acerca y te dice que ese es el camino y cuando reaccionas, solo te queda tomar como experiencia lo vivido.
MUNDIAL DE COREA
¿Qué experiencias viviste en el mundial?
Llegamos cuajados. Tuvimos una muy buena preparación, con muy buenos resultados. Siempre creímos conseguir la clasificación a octavos, pero veíamos muy fácil el acceder a cuartos, porque por más que la gente decía, nos tocó con, Tayikistan, no sabíamos nada de ellos, solo que habían clasificado en un grupo más difícil que el nuestro. Ya cuando llegamos a cuartos y nos enfrentamos a Ghana, el resultado nos dolió muchísimo, porque ya nos habíamos creído que llegar a la final era posible y nos encontramos con un rival muy superior a nosotros.
¿Que sintieron al marcar tanta historia con esa selección sub 17?
Una alegría tremenda. El ganarle a Brasil, cuando nunca se había podido conseguir, haber accedido a una segunda etapa, nosotros lo hicimos y primeros en nuestro grupo, nunca se había clasificado a un mundial y lo conseguimos, logramos pasar a cuartos en un mundial. Marcos mucha momentos con esa selección, quizás hubiéramos podido llegar más lejos si Ghana no se nos hubiera cruzado en cuartos, pero hasta ahí llegó la historia.
¿Cómo manejaste las ofertas que te llegaron luego del mundial?
Estaba confundido. Tenía muchas propuestas y era saber cuál sería mi futuro. En ese momento yo no tenía mucha experiencia, por más de todo lo que me tocó vivir, seguía siendo muy joven todavía. Hasta que llegó un momento en que me tensione mucho y me volví loco. No sabía qué hacer y termine estresándome. Muchos piensan que yo me gané la lotería, pero no es así, no sabía lo que debía hacer ni a donde ir. Además que yo nunca tuve una persona al lado que me dijera como debía de actuar. Lo complicado fue el tener que madurar lo doble de rápido, para poder tener una respuesta que no me haga equivocarme.
LOS CLUBES EN LOS QUE JUGÓ
¿Qué sensación te dejo tu debut en Alianza Lima?
La sensación que sentí fue como la que sentiría un niño pobre si lo llevaras a Disney Work. Es inexplicable. Me llamaron al minuto 80`, y la pelota no salía. Creo que jugué 5 minutos. A lo mucho toqué tres pelotas, pero una fue faul y la gente se le quería ir encima a Pedro Plaza, que fue el que me pateo. Fue una alegría enorme, poder escuchar a la gente corear mi nombre
¿Por qué fue qué relación que tuviste con Alianza se terminó rompiendo?
Ese fue el momento en el que no sabía qué hacer. Yo había firmado por PSV y llegó un momento en el que pensé que todo el mundo me quería lesionar. En el fútbol peruano se ve mucho eso, que a un habilidoso lo patean, si uno juega como sabe un golpe que te lesione te puede sacar del fútbol. Y a mis 17 años todo el peso futbolístico recayó en mí, ya que Alianza no había contratado buenos jugadores, y eso fue demasiada presión, porque la gente esperaba que Reimond tome la pelota se lleve a todos y meta el gol para que Alianza gane. Y en el primer partido contra Boys yo tenía una presión enorme, me fue mal y cuando la prensa me metió el micrófono dije lo primero que sentía. Mi culpa estuvo en decirlo públicamente cuando pude haberlo callado y nada hubiera pasado.
¿El motivo por el cual regresaste de Europa fue las lesiones que sufriste y no un tema psicológico?
Lo que sucede es que me acostumbre a ser figura, aquí en Alianza yo era titular indiscutible y ya estaba en la selección de `Chemo´. Cuando fui a Holanda comencé de cero. Tal vez si yo de la sub 17 hubiera ido allá, sin debutar en Alianza, para formarme la historia seria otra. Cuando llegué a PSV, estaba con la mentalidad solo de jugar y las cosas no se dieron así, pues yo no era más que un joven con proyección para ellos. Me afecto el pensar que tenía que jugar y no pensar que las cosas se dan paso a paso, además de una serie de presiones y algunas lesiones.
Si tuviste un buen desempeño en Atlante ¿Por qué no pudiste continuar en México?
En Atlante me fue muy bien. Jugaba con la 10, además de ser titular. Lo que sucedió fue un problema extra deportivo completamente. Fue un poco de miedo por lo peligroso que es México, porque yo tranquilamente pude quedarme y hacer mí denuncia. El club se ofreció apoyarme. Fue un tema más que todo de nombre, pues no iba ser muy fácil decir me asaltaron y que el club lo afirme para que luego ningún otro jugador quiera ir jugar a ese equipo. Fue un tema que pasó y al final me dieron mi carta pase.
Luego del problema en México llegaste a Juan Aurich y saliste campeón ¿Qué sentiste en ese momento?
Yo llegué cuando Aurich estaba a seis puntos de Alianza. Comencé a jugar, quedamos primeros, pero para mí mala suerte en el partido contra Vallejo me lesioné y me dijeron que tenía para tres semanas de para, y no pude jugar las dos primeras finales. En la tercera final, bajo mi responsabilidad, le dije al profesor que quería jugar y me dio 30 minutos para poder salir campeón.
¿La revancha por lo sucedido en Chiclayo te la tomaste con León de Huánuco?
Por eso dicen que el fútbol da revanchas. Cuando salí de Aurich, me fui con una controversia. Fue por un problema personal con el entrenador (Umaña). Él se portó mal conmigo, como dijo Ciciliano. “Me dio el abrazo de Judas”. Y es por esto que llegué a León de Huánuco donde jugué 7 partido y eso me sirvió para interesarle a un equipo del medio oriente.
¿Qué sucedió en Qatar?
Lo que me pasó ahí, pasa en muchos equipos. Eso sucede cuando un equipo tiene los cupos de extranjeros limitados. Yo siempre vi esto y ahora me tocó a mí. Tenían tres cupos, y éramos seis extranjeros. De los tres, cuatros eran llevados por el entrenador. El técnico que me pidió, lo sacaron. Era sumamente complicado. Yo creo que habría haber tenido que hacer diez mil huachas en un partido, llevarme al entrenador, al presidente y a toda la tribuna y hacer el gol para que puedan ponerme a jugar y eso es (risas).
LA ACTUALIDAD
¿Qué viene para Reimond Manco?
Lo que busco es poder llegar a un equipo donde me sienta bien. Poder jugar unos seis meses para poder recuperar mi nivel futbolístico, porque la técnica no se pierde.
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