lunes, 5 de noviembre de 2012

Uribe: “Creo que soy una persona competitiva


El ex jugador de selección nacional, Sporting Cristal y demás equipos de Sudamérica y Europa, Julio César Uribe, visitó las instalaciones de ISIL para una conferencia.

Una de las ‘joyas’ del fútbol peruano, Julio César Uribe, visita las instalaciones de ISIL. El popular ‘diamante’ fue un centrocampista que jugó por la selección nacional en el mundial de España 82. Nació un 9 de mayo en las populares calles de los Barrios Altos en el año 1957. Dotado con un juego elegante, Uribe paseó su juego en países como Italia, Colombia y México. Luego de su gran trayectoria como futbolista, pasó a ser director técnico dirigiendo a la selección nacional de mayores y a equipos como Carlos Manucci, Deportivo Municipal, Alianza Lima, Tecos de México, Junior de Barranquilla en Colombia, Yunnan Hongta en China, Juan Aurich, Cienciano, José Gálvez y Unión Comercio en Perú.

Debuta con el profesor  Eloy Campos a la edad de 17 años en Alianza Lima. Su mayor virtud la habilidad, la verticalidad, la convicción que ha tenido siempre de acuerdo de sus cualidades.

ETAPA COMO FUTBOLISTA
¿Qué beneficios te trajo en algún momento ser el tercer mejor jugador de Sudamérica?
Detrás de Zico y Maradona, en el 81 con un promedio entre 19 y 20 goles por año, tuve reconocimientos, disfrutar momentos de fama pero no cambio nada, sigo siendo la misma persona desde que era joven, la fama no me cambio, siempre trate de cumplir con mi objetivo de vida.

¿Cuáles fueron tus orígenes?
Crecí en Barrios Altos, mis orígenes eran muy modestas, era el quinto de seis hermanos. Tuve las cualidades de ser futbolista. Crecí en Sporting Cristal, y mis propósitos eran darle una casa a mi madre, y apoyar a mis hermanos.

¿Crees que se le dan más oportunidades a los extranjeros que a los nacionales?
El peruano en su nivel de autoestima es muy bajo. Creo que soy una persona competitiva. Yo trabaje 4 veces en México, y las 4 en situaciones adversas y en esas 4 se ha transformado, los jugadores creen que lo saben todo. El futbol no va a cambiar, lo que cambió ha sido el rigor físico.

¿Se considera una joya o gloria del fútbol nacional?
No, me considero un hombre privilegia porque gozo del reconocimiento de mi país, me respeta y eso te hace sentir afortunado, me siento orgulloso de lo que sin pensar logré a hacer. La vida es decisiones, las decisiones son de análisis profundo.

SELECCIÓN NACIONAL
¿Es Markarián un técnico adecuado para esta selección?
No soy de calificar, simplemente analizo y creo que un técnico siempre busca lo mejor, él lo está intentando y me queda claro, es la cabeza de 25 jugadores que quieren ser un buen grupo. Si tu permitas que el grupo se te parta por unos 4 o 5 que son los ‘intocables’ todo el grupo se te parte por ellos son referentes.

¿Usted tuvo presión de los empresarios?
Una vez se me acercó un empresario pero jamás le hice caso, sabían que yo no iba a negociar, estos personajes son señalados todos los días y cuando uno intento encontró en mí la puerta cerrada. Es un tema de convicción, convencido de que mi trabajo lo hago bien.  Entre ellos hacen el negocio para sacar a los propios técnicos.

De acuerdo a tus valores, ¿Cuál ha sido el mejor equipo en el que jugaste, el mejor que dirigiste y el mejor jugador que te tocó dirigir?
El mejor equipo que me toco jugar fue el América de México, el América de Cali, Sporting Cristal. En el 88 en Sporting Cristal nosotros los jugadores hicimos la mejor Navidad para la familia y entre nosotros, la mejor comida, el mejor regalo, pero eso fue por la calidad de personas que éramos, y dejé en el 91 Cristal por querer ayudar a los jóvenes.

El mejor equipo que logré dirigir considero que fue Cienciano, con un solo atacante tuve la mejor ofensiva aquella vez, ser consecuente es saber sacar provecho de tus habilidades. Yo no puedo convivir con materia fecal.

Mi mejor jugador considerarlo es difícil, quizás Mariño porque hizo un gran torneo en el 2006 y vino a jugar para ese Cienciano y hoy lo sigue demostrando, yo no soy Ferrando para decir ¡Yo lo descubrí!.

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