martes, 3 de mayo de 2011

Como Pedro en Wembley: Barcelona eliminó al Real Madrid y está en la final de Champions

                                          Foto: espndeportes.com

Por: Alfredo Tirado

Empató en su casa y ahora está en su hogar: la final. El Barcelona empató 1-1 con el Real Madrid en el Camp Nou y aseguró su pase al a final de la Champions League, tras un ida y vuelta ante los blancos que dejó solo un clasificado: el mejor equipo del mundo.

No se sabía cómo jugarían los merengues en el último de cuatro enuentros ante sus clásicos rivales. Era el partido más importante de la serie de derbis que definiría el primer competidor de la final de Wembley. El Real partió en el tren en busca de la ansiada clasificación con once boletos comprados: uno fue dado a Kaká. El jugador brasileño arrancó el partido con la intención de Mourinho de que haga algo diiferente para superar la defensa blaugrana. Sus compañeros presionaron más que en los encuentros anteriores pero el resultado fue nulo: es que la zaga del Barza es sin duda una de las más impenetrables del planeta.

El Barcelona salió a jugar como siempre: excelente. Toques, paredes y más de una llegada pudieron hacer que campeón español goleara al cuadro de 'Mou', pero el portero Casillas sacó más de tres pelotas de gol al Barza que daban esperanzas a los hinchas blancos. Y como el que lo busca lo encuentra, el gol del Barcelona llegó con un delicado y veloz pase de Iniesta. Fue fue la llave del portón blanco para que Pedro entre como en su casa y resuelva con tres pasos simples: control, disparo de zurda y a celebrar. Finalmente, el Barza derrumbaba la muralla española (Casillas) y el mundo podía esperar que vengan más goles: los catalanes tenían que soltarse.

Pero los españoles tienen furia. En este caso, la furia blanca (no roja) sacó de su arsenal una arremetida de Marcelo que culminó gon gol de Di María -a punta de esfuerzo- y ahí se cerró el resultado. No había para más goles, quizás sí para tarjedas: Marcelo y Carvalho pudieron irse antes del pitazo final por una entrada peligrosa y repetición de faltas, respectivamente.

Como el Madrid no podía acercarse otra vez al arco de Valdés, salió Kaká para que ingrese Ozil. La ofensiva merengue no mejoró mucho y siguió igual cuando ingresó Adebayor. En cambio, el Barza continuó su acecho ante Casillas que pedía a su compañeros luchar por dos goles más (si Real ganaba 3-1 clasificaba).

La sorpresa no sucedió. Real dejó el registro en uno y el Barza avanzó a la etapa donde siempre debería estar por toda la eternidad: la final de la Champions. El equipo de Guardiola lleva una copa alzada y su sitio está en ese evento tan importante que lo tendrá a la vista de todo el planeta, en la lucha por más copas para lograr marcas nunca antes logradas. Es su casa, es su final, es su torneo. Ahora, a esperar el próximo partido entre Manchester United y Schalke 04. El que pase verá como lo enfrenta.

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