martes, 10 de julio de 2012

De gran corredor a gran criador




Por: Renato Sifuentes Gonzales


Todo gran deportista tiene una pasión, la cual muchas veces es utilizada para canalizar la presión que el deporte muchas veces genera. Luis es amante de una pasión un poco polémica, la crianza de gallos de pelea a navaja, según nos me comenta ´el chino´ canaliza sus problemas y se relaja viendo a sus animales en su corral en la parte trasera de su casa.

Al ingresar al criadero de gallos, encuentro un gran círculo central parecido a un teatrín de los cómicos ambulantes del parque universitario en la Avenida Abancay en el centro de Lima, dicho circulo sirve para ´topar´ a los gallos (simular una pelea para determinar cuál es el mejor ejemplar). El aspecto de los gallos de pelea es muy imponente, bello plumaje y gran tamaño, Luis me cuenta que para tener éxito en los campeonatos de gallos hay que ser pacientes y perseverantes como en el bodyboard tienes que esperar la ola perfecta, en los gallos hay que esperar a la camada perfecta.

La crianza a gallos de pelea a navaja se remonta a la época colonial en Lima, los gallos son criados como atletas con una alimentación especial, con entrenamiento previo a las peleas y como en todo deporte se selecciona a los mejores para las competiciones, existen muchos estilos de gallos como estilos de juego en el fútbol, en la actualidad las peleas de gallos a navaja se dan en Lurín, Pachacamac y también en provincias como: en Barranca, Huacho, Trujillo, etc. 

Luis despertó su otra pasión (los gallos) desde muy chico, por influencia de su abuelo y sus tíos, criadores muy reconocidos en la provincia, de pequeño ya asistía a los campeonatos tanto en Barranca como de Lima, donde se juegan gallos de mayor nivel, lucho y su hermano crían un aproximado de 60 aves de pelea. En un corral muy amplió en su casa.

Como en la parte deportiva profesional, Luis busca ser nuevamente campeón nacional y participar nuevamente en el circuito mundial de bodyboard, en los gallos es similar busca campeonar en Barranca para ser invitado a Lima y tentar un campeonato más prestigioso a nivel nacional. Su sangre es pura como la de los gallos de raza, busca siempre la perfección y ser siempre el mejor en lo que hace.

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