Por: Víctor Robles M
Linda, de sonrisa eterna y espontánea. A esas
características sumen el coraje, la garra y las ganas infinitas de defender los
colores del Perú. Milagros Rodríguez fue y sigue siendo una de las armas más
fuertes para la ofensiva nacional, incluso se perfila como sucesora de la
mítica Patricia Soto, actual capitana de mayores.
Entrena todos los días de la semana (menos los domingos) de
cuatro a ocho de la noche, esto no es solo un hobbie para ella, el voleibol
desde hace mucho se convirtió prioridad en su vida y lo trabaja a tiempo
completo.
La voluntad de esta deportista está por encima de lo común,
entrenó sin fin desde mediados del año pasado, a pesar que cargaba con una lesión
muy seria en la columna, ella siguió el camino que ya se había marcado.
Una mujer de armas tomar, de carácter fuerte, pero de mirada
cálida. Es de esas personas que irradian buen humor y que invaden tu aura con
tranquilidad. Pensar que alguien así puede ser todo lo contrario en el campo de
juego.
Se ha ganado el respeto de sus compañeras a punta de
entrenamiento y a pesar de su corta edad se está ganando el respeto de las mayores.
Ahora, “Mili” está descansado para el torneo sudamericano y después de este,
por fin, podrá operarse de la columna. Ella por su país y su gente, decidió
postergar la operación para podernos clasificar al campeonato mundial.
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